Boca no tuvo problemas para lograr la clasificación a los 16avos de la Copa Argentina en el José María Minella de Mar del Plata: venció por 2-0 a Estudiantes de Río Cuarto y chocará con Almagro en la próxima instancia de la Copa Argentina. Wanchope Ábila y Mauro Zárate, ambos en el primer tiempo, marcaron los goles para el equipo de Gustavo Alfaro.
El entrenador plantó un equipo con jugadores que habitualmente no tienen muchos minutos, pero con una delantera temible: Pavón, Wanchope Ábila -es el capitán- y Mauro Zárate, que fue otra vez el jugador más determinante de un Boca que ganó casi al trote.
Boca mantuvo el dominio, pero se relajó. Y Estudiantes empezó a hacer méritos para igualar. Lo tuvo a los 33 con una jugada increíble. Tras un córner desde la derecha, diferentes jugadores remataron al arco cinco veces; pero entre el palo, Marcos Díaz, Lisandro López y el pibe Weigandt (que salvó dos veces en la línea) evitaron el gol.
Y después del sofocón, apareció Mauro Zárate para desequilibrar y aumentar la ventaja. El delantero recibió sobre la derecha y encaró para el medio -a lo Messi-. Le pegó de zurda desde afuera del área: un remate rasante que se clavó al lado del palo izquierdo del arco defendido por Adrián Peralta. 2-0 y al descanso con aroma a partido liquidado.
A los 3 del complemento, Ferreira vio la roja por una falta en la mitad de la cancha (ya tenía amarilla) y dejó a Estudiantes con diez. El partido se esfumaba, aunque quedaban 40 minutos por delante. Estudiantes se dedicó a evitar la goleada y lo consiguió porque Boca bajó el ritmo.
Alfaro mandó a la cancha a Bebelo Reynoso por Agustín Obando y Boca mejoró, pero falló en la definición: Pavón dos veces, una Wanchope y una buena atajada de Peralta a Reynoso. Sobre los 36, Vester también se fue expulsado y los cordobeses terminaron con nueve jugadores. Sobre el final, Boca aceleró para decorar el marcador, pero otra vez Pavón se lo perdió solo en el área. No hizo falta más. Boca avanzó sin transpirar demasiado y ahora espera por Almagro.