Ex Zoo de La Plata: trasladaron más de 100 animales y buscan convertirlo en un bioparque

Sin Pelusa, nada sería igual. La muerte de la elefanta que estuvo 52 años en el bosque platense decidió el final del zoológico de la ciudad. El animal no pudo alcanzar la libertad. Hace justo un año, cuando estaban en plena adaptación para su traslado a un santuario de Brasil, se desplomó en su refugio y nunca más se levantó.

La desaparición de Pelusa, que fue por más de medio siglo una atracción tradicional del predio, aceleró la transformación del zoo en un bioparque. Y clausuró las puertas del predio: desde ese momento permanece cerrado.

La Municipalidad de La Plata informó que ya fueron liberados 104 animales que permanecían encerrados bajo el perimido concepto de exhibicionismo animal, una costumbre en extinción en las principales ciudades del mundo. Se los trasladó a santuarios, parques de rescate, centros de atención animal y a emprendimientos temáticos. Fueron 57 aves, 23 ovejas somalíes, cinco ponys, cuatro burros enanos, dos leones, tres chimpancés, dos lemures, carpinchos y un ciervo, un búfalo asiático, una volatinia, una lechuza, un zorro y un lobo marino, entre otros.

Otros 41 están en lista de espera para encontrar un destino más amigable. Y 261 especies quedarán en el bioparque, integrados a un programa de “conservación, educación e investigación”, como lo establece la ordenanza impulsada por el intendente Julio Garro (Cambiemos) para transformar el paseo ubicado en el corazón del bosque de la capital bonaerense.

Varios animales están en etapa de adaptación para ser trasladados. Foto: Mauricio Nievas.

En la lista de espera con boleto hacia la liberación está la tigresa Colón, que ya tiene un lugar en el santuario Ubuntu de Sudáfrica. Hacia ese país también partirá Hipólito, el hipopótamo. Pero su traslado requiere de algunas previsiones: «Hay que acostumbrarlo y adiestrarlo para el viaje. A este animal no se lo puede dormir para su transporte», explicaron los técnicos.

La recorrida por las casi 100 hectáreas diseñadas a principios del siglo XX como un lugar de atracción para la flamante urbe que se creó como sede administrativa de la Provincia, muestra cambios en la estructura, además de jaulas vacías. Albañiles y diseñadores trabajan en la reforma del ambiente central del predio que permitirá alojar monos caí, monos carayá y papiones sagrados. “Estos primates actualmente están alojados en recintos pequeños y, a partir de la remodelación, contarán con un espacio abierto y con mayor superficie para recorrer”, explicaron en la dirección del ex zoo. Esas especies son algunas de las que quedarán en el futuro bioparque.

Además ya se reacondicionó y amplió el aviario donde habitan los guacamayos. Son espacios con la altitud y longitud necesarias para que realicen vuelos más naturales y continuos. Y hay mejoras en el herpetario donde residen reptiles y anfibios.

Entre los operarios, hay un artista. Andrés Ramírez (53) es empleado pero también escultor, y es el encargado de levantar el monumento a Pelusa: un elefante de material que evoca al habitante emblemático que murió hace un año. En el reducto que la cobijó por medio siglo habrá un museo con fotos e información sobre las nuevas tendencias de proteccionismo animal.

Andrés Ramírez, el encargado de hacer el monumento a la elefanta Pelusa. Foto: Mauricio Nievas.

El plan contempla la recuperación de la laguna pampeana para que puedan vivir algunos mamíferos, con el saneamiento y la limpieza de las islas.

Como la mirada del paseante tendrá otra perspectiva, el municipio hizo una renovación integral de senderos y caminos de pavimento y se acondicionó la fuente central del parque. No obstante, el director del bioparque, Alejandro Serena, admitió que la reapertura «no será antes de 2020».

¿Por qué permanecerán más de 250 animales en cautiverio?. “En muchos casos, el estado avanzado de la edad o los años que llevan en condiciones de encierro hacen imposible su traslado. Por eso buscamos mejorar las condiciones de todos los animales, ampliando los recintos“, dijo el responsable del proyecto.

El último traslado complejo fue el de los leones Melena y Mansa, que ya corren por los enormes espacios del santuario de felinos “The Wildcat Sanctuary”, en Minnesota, Estados Unidos. Ambos nacieron en La Plata: Melena fue otorgado en préstamo reproductivo en 2008, junto a otros animales que viajaron a la localidad de Olavarría; mientras que la leona Mansa permaneció siempre en el ex zoológico platense.

Hasta el momento habían permanecido separados y, a pesar de que el Bioparque “La Máxima”, de Olavarría, había solicitado la tenencia definitiva de Melena, desde la Municipalidad de La Plata se decidióterminar con su exhibición y trasladarlo junto a su hermana Mansa.

Para eso, fue necesario acondicionar una jaula para trasladarlos en avión. Volaron a Miami y, desde allí, en un compartimiento especial, diseñado por herreros y carpinteros municipales, viajaron por tierra cuatro días hasta el santuario.