Está Toto liquidado

¡Sí, Salvio! ¡Sí, Boca! Lo que hasta hace unos días parecía imposible finalmente se dio y la llegada del futbolista por el que tanto insistió Alfaro está a nada de concretarse. Festeja el Mundo Boca y festeja también la familia Salvio, clave en esta historia que se encamina a tener un final feliz para todos.

El Toto dio el sí en horas del mediodía, luego de haberse entrenado con su preparador físico personal en la zona de Puerto Madero, adonde se lo vio seguido durante estas últimas semanas. El llamado de Boca lo movilizó, pero lo que hizo que cambiara radicalmente de postura y aceptara regresar a la Argentina fue el deseo familiar de tenerlo cerca. «Todos tratamos de convencerlo de que se viniera, somos una familia re bostera, pero sin dudas los que más hicieron para se diera esto fueron mi marido (Eduardo Salvio padre) y la esposa de mi hijo», le dijo a Labocanoticias, muy emocionada, casi entre lágrimas, la Tota Salvio, mamá del futbolista del Benfica.

Magalí Aravena fue, como comentó la Tota, otra pata fundamental para que Salvio cambiara de parecer. Amén de que haya declarado públicamente que radicarse en la Argentina no estaba en los planes de la familia, la compañera de vida del Toto fue una de las personas que más influyó a la hora de convencerlo. Y la mamá del jugador no sabe cómo agradecérselo: «Esto es como volver a empezar. Estoy tan feliz como el día que me dijo que iba a jugar en Primera. No puedo más de la alegría. Verlo por televisión o hablar por teléfono no es lo mismo, ahora voy a tenerlo cerca de nuevo, a él y a mis nietos».

Toto y Tota Salvio, hijo y madre.

Ahora que Salvio dio el sí, todo depende de lo que acuerden Boca y Benfica. Burdisso ya se puso en contacto con los dirigentes del club portugués y, según pudo averiguar Olé, la operación para que llegue a préstamos estaría encaminada. De hecho en los medios de Portugal ya lo dan como jugador del Xeneize. Restan resolver algunos detalles y pulir ciertas cuestiones del contrato pero nada que pueda trabar la llegada del volante a la Bombonera, un estadio en que su familia ha soñado con verlo jugar desde toda la vida. «Nos vamos a comprar todas las camisetas y vamos a ir a verlo siempre», adelantó la Tota, que hoy es la mamá más feliz del planeta.