“El peor momento fue hacia las décadas de los 70 y 80. El problema llegó al punto que se creó el Programa de Revitalización de la Avenida de Mayo: PRAM”, agrega Falcó. Fue en 1992 y surgió de un acuerdo firmado por la Municipalidad de Buenos Aires, la Agencia Española de Cooperación Internacional y la Comisión Española del Quinto Centenario del Descubrimiento de América. España financiaba la mitad de los trabajos y la Ciudad, la otra mitad. Pero sólo se llegaron a restaurar 21 edificios y el programa se suspendió.
Vecinos y comerciantes cortaron la avenida como protesta. Un artículo publicado retrata esos días: “A lo largo de la avenida se escucharon algunas preguntas sin respuesta: ¿Qué pasó con los millones de dólares que llegaron de España? ¿Y con la partida que prometió (el intendente) Bour? El año que viene esta histórica avenida cumplirá 100 años y hoy, más que festejar, podría merecer la extremaunción”. Eran tiempos en los que gobernaba Menem.
Las crisis siempre tuvieron -y tienen- su eco en la avenida. Hoy, en especial en su cruce con la 9 de Julio, se suceden los carteles de venta o alquiler de locales. Algunas fachadas parecen a estrenar, otras siguen muy deterioradas. Hay de todo: art nouveau, neobarroco, estilo academicista, flashes de París, de Barcelona, de la Gran Vía de Madrid, hasta de Grecia. En el edificio La Inmobiliaria, casi al final de la avenida, pares de estatuas de los dioses griegos Venus y Apolo decoran las ochavas.
Desde 2018, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad encaró un proceso de renovación que incluye la limpieza y la recuperación de los revestimientos símil piedra de varios edificios. También está reponiendo elementos escultóricos que, con el tiempo y la falta de mantenimiento, se fueron perdiendo o degradando. Además, está retirando aires acondicionados, cortinas de enrollar, marquesinas y cualquier otro elemento que altere la estética original.
“Hoy la veo muy venida abajo a la avenida. Nada que ver con cuando yo trabajaba de mozo en un copetín al paso. Se llamaba ‘La Internacional’, pero la Policía de la 4ta lo había bautizado ‘La jaulita’, porque siempre estaba lleno de inmigrantes canarios”, dice Benito Blanco, un histórico de la Asociación Amigos de la Avenida de Mayo. Español, llegó en la panza de un barco en enero de 1952. Un año después ya estaba comprando la sexta parte de un copetín de la avenida. Se dice fiel a ella.
Por mucho tiempo y todavía hoy, a la avenida se la asocia con España. Incluso, en una esquina se “peleó” la Guerra Civil. El frente de combate entre republicanos y franquistas fue el cruce de Salta y Avenida de Mayo. Ahí había dos bares tradicionales: el Iberia y el Español. El primero era refugio de los republicanos; el otro de los adherentes a Franco. Eran dos posturas viscerales conviviendo a metros. Algunas noches, los enfrentamientos eran tan fuertes que volaban sifones, sillas y mesas de un cordón a otro. El bar Español ya no está, el Iberia sí. El café con dos medialunas cuesta $ 105.
Pero Benito Blanco añora la época de “La jaulita”. Dice que entonces Avenida de Mayo era más importante que Corrientes y que todo cayópor la culpa de las manifestaciones. “Las malditas manifestaciones que nos castigan”, precisa. ¿Pero acaso no hay vía más directa de reclamo que este corredor, con la Casa Rosada y el Congreso en cada extremo?
Son 125 años de movilizaciones, de vidas de inmigrantes armadas en este rincón de la Ciudad y de calles protagonistas de la historia: el cuerpo muerto de Leandro N. Alem arriba de un carruaje, mientras el cochero atravesaba la avenida sin saber que el político estaba muerto; los cortejos fúnebres de Eva y de Perón; y la insólita atención de miles de porteños al faro del Palacio Barolo para saber si el boxeador argentino Luis Ángel Firpo había vencido al estadounidense Jack Dempsey. Había un código: luz blanca era la victoria del argentino, roja del norteamericano. Por un momento, cuando Firpo tiró del ring a Dempsey, la avenida estalló ante la señal del faro, pero la victoria quedó del lado yanqui.
Ahora la historia se seguirá escribiendo. Quizás la hagan los cientos de turistas que en este momento, con las bajas temperaturas, están viajando en lo alto del bus turístico, con sus capuchas puestas, bufandas y guantes. Quizás la construyan las nuevas generaciones de vecinos y comercios que están llegando a la avenida; jóvenes que se inclinan por la hamburguesa y la cerveza, pero que también se fascinan ante los cafés y confiterías notables. O tal vez lo hagan las miles y miles de mujeres que cada año hacen suya Avenida de Mayo para pedir por “Ni una menos” o por el “Aborto Legal”.
Lunes con agenda festiva
Recorrido teatralizado por la Avenida de Mayo
Habrá música, canto, baile y artistas callejeros para celebrar este aniversario de la Avenida. Además, una exposición de autos antiguos. Desde las 15, en la Plaza del Congreso (Avenida de Mayo e Hipólito Yrigoyen).
Inauguración “Bajos del Barolo”
Presentación de moda inspirada en la Divina Comedia, para inaugurar el museo del Palacio Barolo. A las 18 en Avenida de Mayo 1370.
Visita guiada en la Casa de la Cultura
Una oportunidad para descubrir detalles de la arquitectura y anécdotas del edificio que originariamente fue sede del diario La Prensa.
A las 15, a las 16 y a las 17 en Avenida de Mayo 575. Cupo de 50 personas por hora. Con inscripción previa que puede hacerse acá.
Recordando a Lorca
Visita a la habitación que ocupó Federico García Lorca durante su estancia en Buenos Aires y que el hotel Castelar mantiene decorada como en esa época. El evento incluirá recitados y cantos. A las 17 en Avenida de Mayo 1152. Cupo de 50 personas. Con inscripción previa acá.
Música en bares notables: Magdalena León
La cantante Magdalena León, española radicada en Argentina que integró el grupo vocal Buenos Aires 8, ofrecerá tangos, boleros y folclore argentino y latinoamericano. A las 19 en el hotel Castelar (Avenida de Mayo 1152).