Un clásico restaurant porteño cerró uno de sus locales: Pippo

El barrio de Balvanera, de la Comuna 3, posee la característica de tener como eje central la Avenida Corrientes, en cuyo tramo se proyectan los clásicos y conocidos teatros y restaurants. Asimismo sus calles aledañas poseen lugares icónicos para el porteño.

Con su nutrida oferta en espectáculos, con sus reconocidos teatros, sus variadas y destacadas librerías, que en más de una oportunidad tuvieron lugar las llamadas «noche de librerías», dan lugar a degustar algo para tomar o comer antes o despúes de cada evento.

Pero esas fueron otras épocas, devenida la economía de los últimos años, más de un comerciante vió peligrar su negocio y en muchos casos resistieron a pesar de todo.

La pandemia está azotando la salud y economía de la Argentina, y ya es triste ver locales con sus persianas definitivamente cerradas y el cartel de alquiler o venta.

La sucursal histórica del clásico restaurante Pippo, ubicada en Montevideo 341, que este año cumplíría 83 años, decidió cerrar sus puertas. Aún permanece abierto el local de la calle Paraná 356, que fue inaugurado en 1967. Debido a la cuarentena preventiva el local se manejaba con delivery y take away, pero esta semana sus dueños decidieron convocar a sus empleados para informarles sobre el cierre y acordar las respectivas indemnizaciones.

Aunque se cocinaba de todo, el plato más famoso eran los  vermicellis con tuco y pesto. También se los conocía como Súper Pippo.En sus buenas épocas, el local trabajaba las 24 horas. Sus mesas siempre estaban cubiertas con manteles de papel. Era un lugar habitual para los espectadores que salían de los teatros y los actores también. Fue, podría decirse, uno de los puntos de la bohemia de Buenos Aires.

Pippo fue fundado en 1937 y su primer local se encontraba sobre la calle Sarmiento, entre Montevideo y Rodríguez Peña. En 1941 se mudó a Montevideo 341 y al día de hoy era el clásico elegido en las noches porteñas por su variedad de pastas y salsas.

Los 25 empleados se enteraron de la decisión este lunes 31 de agosto. El restaurant había anunciado la quiebra a fines de 2015, pero finalmente logró continuar hasta ahora. En declaraciones a diversos medios, los trabajadores destacaron que hubo un intento de subsistir durante estos meses de pandemia con delivery  y el sistema “para llevar”. Sin embargo, el intento parecer no haber alcanzado para compensar la caída del consumo.  Los dueños anunciaron que bajaban la persiana.

Los dueños originales con los años fueron abriendo locales. Pero luego de un tiempo se fueron dividiendo, por lo que no tuvieron más nada que ver los locales entre sí, pero mantuvieron el nombre y el espíritu del negocio. El de la calle Montevideo fue el primero y el más grande, por eso era el más conocido. Hoy, al cerrar el de Montevideo sólo queda abierto Pippo en la calle Paraná.

Fuentes del local dijeron que » durante mucho tiempo, nuestras mesas fueron testigo de las charlas de media noche de importantes figuras del teatro, deporte, política y más. tales como Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Tato Bores, Horacio Acavallo, Ringo Bonavena, El Mono Gatica, El loco Gati, Palito Ortega, y tantos otros. (…) Hoy son otras caras las que comparten papel y pasta por medio, secretos que nuestras paredes guardan sentidamente. Desde Raúl Portal, Gastón «Gato» Gaudio, Andy Kusnetzoff, Marcelo Tinelli, y tantos anónimos que nos siguen eligiendo después de más de medio siglo», se destaca desde la cuenta de Facebook oficial del restaurante, donde aún no se ha reflejado la decisión de sus dueños.

 

Coronavirus en la Argentina. Cerró uno de los dos locales del histórico restaurante Pippo
Vereda del Restaurant Pippo de la calle Montevideo

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