¿Qué es? ¿Cómo la cuido?
La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

¿Qué es la salud mental?
La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus actividades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad.
Con respecto a los niños, se hace hincapié en los aspectos del desarrollo, como el sentido de la identidad, la capacidad para gestionar los pensamientos y emociones y crear relaciones sociales, o la aptitud para aprender y adquirir una educación que en última instancia los capacitará para participar activamente en la sociedad.

Determinantes y consecuencias.

Los determinantes de la salud mental y de los trastornos mentales incluyen no solo características individuales como la capacidad para dirigir nuestros pensamientos, emociones, comportamientos e interacciones con los demás, sino también factores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales tales como las políticas nacionales, la protección social, el nivel de vida, las condiciones laborales o los apoyos sociales de la comunidad.
Dependiendo del contexto de cada lugar, algunas personas y grupos sociales pueden correr un riesgo significativamente mayor de sufrir problemas de salud mental.

Depresión.
La depresión se encuentra en segundo lugar como la más frecuente y una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. Afecta a más de 300 millones de personas, dándose mayor prevalencia en las mujeres que en los hombres.
El paciente con depresión presenta tristeza, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, sentimientos de culpa o baja autoestima, trastornos del sueño o del apetito, cansancio y falta de concentración. También puede presentar diversos síntomas físicos sin causas orgánicas aparentes. La depresión puede ser de larga duración o recurrente, y afecta considerablemente a la capacidad de llevar a cabo las actividades laborales y académicas y de afrontar la vida cotidiana. En su forma más grave, puede conducir al suicidio.

Salud mental y COVID-19.
Aunque cada persona reacciona de modo distinto ante situaciones estresantes, una epidemia infecciosa como la actual implica el distanciamiento social, la cuarentena y el aislamiento, por lo que los sentimientos que se experimentan con más frecuencia son ansiedad, preocupación o miedo en relación con:

• El propio estado de salud y el de familiares, amigos y conocidos.

• La experiencia de autoobservación, o de ser observado por otros, por síntomas y signos de haber contraído la infección.

• El tiempo que está restando al trabajo por este proceso, con la consecuente pérdida de ingresos y seguridad en el puesto de trabajo, así como las repercusiones familiares que esto conlleva.

• La necesidad de prever el abastecimiento de alimentos, medicamentos, cuidados médicos u otros bienes necesarios.

• La preocupación por poder seguir cuidando a familiares.

• La incertidumbre o frustración por desconocer la duración de esta situación.

• La soledad asociada con el sentimiento de haber sido excluido del mundo y sus seres queridos.

• El malestar o la rabia ante la posibilidad de ser contagiado por la negligencia de “otros”.

• El aburrimiento y frustración por no estar conectado a la rutina habitual de la vida.

• El deseo de beber alcohol o consumir sustancias de abuso para afrontar esta situación.

• Los síntomas depresivos como desesperanza, cambios en el apetito o alteraciones del sueño.

Medidas de autocuidado:
-Dormí entre 6 y 8 horas.
-Hacé ejercicio.
-Limitá la exposición a los medios de comunicación.
-Meditá.
-Cuidá tu alimentación.
-Organizá tu tiempo.
-Establecé objetivos y prioridades.
-Cuidá tus relaciones personales.
-Concentrate en los pensamientos positivos.
-Compartí tus preocupaciones. Si es necesario, buscá ayuda profesional.