Hoy el gobierno realizó el acto del Día de la Militancia, que conmemora el regreso al país de Juan Domingo Perón en 1972 después de 18 años de exilio. El único orador del acto fue el presidente Alberto Fernández.

Convocada en un principio por el sindicalismo de la CGT y los movimientos sociales, la jornada también fue protagonizada por los intendentes peronistas del conurbano, La Cámpora y otras agrupaciones que orbitan en el oficialismo. Desde temprano se amontaron colectivos con militantes en las avenidas cercanas a la plaza histórica.

Bajo la consigna “Todos unidos triunfaremos”, los primeros militantes en llegar poblaron la plaza con banderas y carteles con consignas a favor del Gobierno. La gran mayoría se concentró en diferentes puntos con el objetivo de confluir antes de las 17 en el corazón de la plaza histórica. El escenario fue ubicado de espaldas a la Casa Rosada y hubo una suerte de sector vip para 1200 personas. Allí se ubicaron los funcionarios y organizadores, aunque a último momento se retiraron las sillas para que asistieran de pie al discurso presidencial, más a tono con el espíritu de la jornada y con los militantes que se agolpaban a sus espaldas. Desde la organización dijeron que el Presidente pidió “hablarle a la militancia”.

«En la Matanza te damos soluciones», rezaba un colectivo vacío que cruza la 9 de Julio a la altura de avenida Belgrano, mientras el humo de las parrillas se mezclaba con las banderas verdes y blancas de un grupo de militantes. Eran integrantes del Smata, el gremio de Roberto Pignanelli, uno de los principales popes sindicales que movilizaron este miércoles. “Nosotros vinimos a apoyar a Alberto, como también apoyamos a nuestro intendente”, señalaron desde una columna que porta un estandarte negro con la inscripción “Fernando Espinoza conducción”.

El clima que se respiraba en los alrededores del Ministerio de Desarrollo Social era de celebración, una escena que contrasta con las movilizaciones piqueteras que signan el centro porteño semana tras semana. “Lo importante es que estemos unidos contra los que nos quieren afuera de todo”, advirtió, al pasar, una mujer. Llevaba puesta una remera estampada con el escudo del PJ.vino de San Justo, La Matanza, y que llegó caminando desde Constitución. “Nos dejaron allá”, masculló.

Promediando la tarde, los colectivos que llegaban desde distintos puntos del conurbano se ubicaban en doble y triple fila a lo largo de la 9 de Julio. Además de aquellos colectivos de línea, se observaban los típicos transportes escolares anaranjados y blancos. También había micros de larga distancia.

El peronismo movilizó su aparato con la intención de relanzar una gestión jaqueada por la crisis y las indefiniciones. Tanto los intendentes como los sindicalistas y los dirigentes sociales se reconocen piezas claves en la gobernabilidad y sueñan con pisar fuerte en el futuro organigrama de poder de la coalición oficialista.