Boca pensó en la Libertadores y sacó un empate deslucido en Mar del Plata

La cabeza de Boca está en otra parte. Porque la utopía de pelear por la Superliga hasta el final se diluyó enseguida y el objetivo de entrar al lote de los cuatro primeros para asegurarse un boleto en la próxima Copa Libertadores se cumplió rápido.

Por eso Gustavo Alfaro decidió rotar. Y aprovechó para probar: para darle minutos a jugadores como Frank Fabra, que volvió tras la rotura de ligamentos y demostró que no perdió su jerarquía. O presentar al pibe Agustín Obando, de buen debut por el carril izquierdo. También tuvo su estreno -no tan feliz- Marcos Díaz y sumaron minutos Campuzano y Mac Allister.

Porque claro, la cabeza de Boca está en la Libertadores. La derrota en Brasil le achicó el margen de maniobra: debe ganar los dos partidos que le quedan como local para estar tranquilo y pasar a octavos. En ese camino, el choque del miércoles ante Jorge Wilstermann es vital y el DT optó porque varias de sus figuras (Tevez, Marcone, Benedetto y Lisandro López) ni viajen a Mar del Plata.

Enfrente, Aldosivi sí tenía algo por qué jugar. El Tiburón que supo construir una campaña que le permitió no sufrir con los promedios se animó a soñar con entrar en la Copa Sudamericana.

El gol de Zárate que abrió el marcador mostró buenas señales para Boca, más allá de que pudo haber sido anulado por un toque en la mano del ex Vélez antes de empujarla a la red. Antes de eso, Fabra desbordó con criterio y el pobre Obando tiró un centro venenoso al área chica. Luciano Pocrnjic salió con el puño, la pelota dio en la mano de Zárate, toque y 1-0.

Pero el gol tuvo que ver más por virtudes individuales que por concepto colectivo. Porque Boca se asoció muy poco en ataque. Cuando la agarraba Pavón encaraba para adelante, cuando la tenía Zárate buscaba gambetear a todo lo que se le pusiera enfrente. Y con Villa pasaba lo mismo a pura velocidad.

En ese escenario un error en la salida le devolvió la paridad al trámite. El que falló en el medio fue Campuzano. Y la contra letal de Aldosivi la coronó Cristian Chávez con un definición seca al primer palo de un Marcos Díaz estático.

En el segundo tiempo el partido fue ordinario. Muy estáticos, sin sorpresas, pasaron más tiempo chocando en el medio que generando peligro.

El festejo de gol de Mauro Zárate para el 1-0 de Boca ante Aldosivi. (TELAM)

En definitiva, los objetivos centrales de ambos ya no estaban en disputa. Para Aldosivi la prioridad siempre fue mantenerse en Primera y lo logró con creces, aunque no podrá cumplir el sueño de jugar la Sudamericana. Y para Boca lo importante ocurrirá el miércoles cuando tenga que buscar los tres puntos ante Wilstermann para dar vuelta la página dolorosa de Athletico Paranaense y encaminar su futuro en la Libertadores.