El acoso callejero es la forma más naturalizada, invisibilizada y legitimada de violencia contra las mujeres. Es un primer eslabón de una larga cadena de violencias, que como todas, se basa en una relación desigual de poder entre los géneros. Son prácticas sutiles pero profundas que, en la relación asimétrica entre los géneros, refuerzan la dominación simbólica de la mujer.
Se manifesta a través de silbidos, ruidos de besos, bocinazos, frases y gestos obscenos, roces intencionados, miradas intimidantes, tocamientos, masturbación, exhibicionismo, seguimientos con fin sexual y abuso. Este tipo de acciones produce en las víctimas sensaciones muy negativas, como miedo, estado de alerta, bronca, asco, baja autoestima y estrés. Además, en ciertos casos, genera en ellas un cambio de hábitos, como la evitación de lugares, la alteración de la rutina y la modificación de la vestimenta.
En 2015, la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley N° 5.306, convirtiéndose en la primera jurisdicción de la Argentina en sancionar una ley sobre Acoso Callejero. Asimismo, en 2016 se incorporó el acoso sexual en espacios públicos y privados de acceso públicos al Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires a través de la Ley N° 5.742.
En Argentina, encuestas indican que el 100 % de las mujeres sufrió acoso callejero al menos una vez en su vida. Según el estudio «Ella se mueve segura» del Banco de Desarrollo de América Latina y datos de organizaciones de la sociedad civil, todas las mujeres en argentina declaran haber sido víctimas de acoso callejero por lo menos una vez. Asimismo, los datos indican que el 70 % recibió comentarios sobre su apariencia, al 37 % un hombre le mostró sus partes íntimas, a 3 de cada 10 las tocaron con intención sexual en la vía pública, 9 de cada 10 mujeres sufrió 2 o más situaciones de acoso en el transporte público.
En 2018, en la Ciudad, las denuncias por acoso sexual callejero aumentaron un 50 % y por exhibiciones obscenas más del 40 %.
Para trabajar contra el acoso callejero, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, a través de la Dirección General de la Mujer, diseña estrategias de asistencia y acompañamiento a mujeres que han sufrido violencia sexual a través de entrevistas de orientación, abordaje psicológico individual, entrevistas de orientación a familiares y derivación para asesoramiento legal.
Para solicitar asistencia, se puede llamar a la Línea 144, concurrir a alguno de los Centros Integrales de la Mujer o comunicarte con el equipo del programa contra el acoso callejero en Piedras 1281, 1º piso, de lunes a viernes de 8 a 15 (teléfono: 4300-8615, correo electrónico: delitossexualesmujer@buenosaires.gob.ar).
Línea Acoso en el transporte público
Con el objetivo de visibilizar el acoso que padecen cotidianamente miles de mujeres en el transporte público, la Ciudad, en conjunto con el Gobierno nacional y la Provincia de Buenos Aires, cuenta con la Línea 22676 (ACOSO), la primera iniciativa nacional de reporte y contención para las mujeres víctimas de este tipo de violencia.
La línea, que funciona las 24 horas durante todo el año y es gratuita, está compuesta por psicólogas y trabajadoras sociales capacitadas en la temática de acoso sexual callejero.
Ni loca, ni perseguida, ni histérica. El acoso existe y es violencia de género. Si sos víctima o ves que alguien está sufriendo una situación de este tipo, mandá un SMS al 22676 (ACOSO) para recibir asistencia inmediata. pic.twitter.com/jbycZBoNyu
— Buenos Aires Ciudad (@gcba) October 24, 2018
A través del envío de un mensaje de texto al 22676 (ACOSO), cualquier persona puede reportar de forma inmediata un hecho de acoso en el transporte o en el espacio público, y encontrar contención profesional y asistencia sobre cómo proceder.
Así, estos reportes permiten no solo brindar acompañamiento a las mujeres, sino también generar un diagnóstico certero sobre el alcance y gravedad de la problemática con el objetivo de poder planificar políticas públicas más efectivas. Por ejemplo, estos reportes permitirán realizar un mapeo a los fines de focalizar sobre aquellas líneas o estaciones donde las situaciones de acoso son más frecuentes y resulta necesario reforzar la seguridad.
La línea trabaja en toda el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y pueden denunciarse casos de acoso ocurridos tanto en la vía pública como en colectivos, subtes, trenes y taxis.
El mensaje podrá ser enviado con dos intenciones: de reporte, cuando se trate de una situación de acoso de la que se quiera dejar constancia (esto ayudará a identificar y mapear espacios a trabajar, como paradas de colectivo o estaciones de subte específicas o determinados horarios) y de contención / asesoramiento: en caso de no saber cómo proceder ante determinada situación de acoso. En este último caso, si el mensaje de texto recibido solicitara el llamado por parte de una operadora, estas personas ofrecerán una escucha activa, la cual implica brindar atención, disponibilidad e interés por la persona, brindando apoyo y contención psicológica.