En la Ciudad se  definió cómo deben ser los pasos a seguir en los hospitales para que los pacientes internados en estado crítico , en el final de la vida, puedan estar acompañados por algún ser querido de manera segura en lo que resta de la pandemia de Covid 19.

El protocolo, que el Ministerio de Salud porteño difundió un día antes de que la Legislatura trate un proyecto de ley que garantice esa despedida de manera presencial y virtual, unifica criterios para el sistema público. El proyecto que se aprobaría mañana de manera consensuada entre los diferentes espacios políticos, invita al sector privado a adherir a la norma.

El protocolo está vigente y operativo, como nos habíamos comprometido», afirmó esta mañana Fernán Quirós,ministro de Salud de la Ciudad. «Lo que formalizamos es una estrategia general para poder dar garantías en todos los hospitales de un procedimiento relativamente común y es lo que está ocurriendo desde ayer», dijo el funcionario en conferencia de prensa.

Aclaró, además, que los hospitales fueron implementando en estos meses de pandemia «diferentes estrategias de cómo darle un cuidado lo más humanitario posible a cada una de las familias», en especial de los pacientes en cuidados críticos. Mencionó teleconsultas, llamadas telefónicas y visitas organizadas en ciertos casos.

Según el texto publicado, el acompañamiento en el final de la vida se aplica a los pacientes internados con o sin Covid-19. Esto coincide con el alcance que prevé el proyecto legislativo que se tratará mañana pasado el mediodía.

El procedimiento

Entre sus recomendaciones generales, el protocolo define que la persona designada para la visita tenga entre 18 y 60 años, buen estado de salud general y no posea factores de riesgo (asma, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia renal crónica, inmunosupresión o en tratamiento oncológico, entre otros) ni esté cursando un embarazo.

Una vez en el hospital, el médico a cargo del paciente en salas de internación general, terapia intensiva, la guardia o el área de Emergencias le informará al acompañante el estado del paciente «para reducir el impacto emocional del encuentro», como así también los cuidados que recibirá hasta la muerte. En tanto, personal especializado en control de infecciones le explicarán cómo serán las medidas preventivas a seguir, incluido el uso de elementos de protección para minimizar riesgos.

Luego, firmarán con el médico un consentimiento informado.

El acompañante puede llevar a la visita objetos o recuerdos de valor emocional para el paciente, como fotos o cartas, además de un teléfono celular o una tableta para facilitar el contacto en la despedida con el resto de los familiares o allegados.

También se prevé la posibilidad de que la familia, de acuerdo con las creencias del paciente, disponga de los oficios religiosos antes y después de la muerte.

«Es altamente recomendable que la institución ofrezca supervisión y contención al equipo de salud involucrado en el presente procedimiento -se indica-. La institución que cuente con equipos de cuidados integrales (paliativos) y con equipos de soporte espiritual y duelo, podrán ser convocados para dar soporte en esta situación.»

Primera ley

El documento se incorporó ayer a los demás protocolos que fue elaborando el Ministerio de Salud porteño para el trabajo durante la pandemia de Covid-19. Fue un día antes del tratamiento en la Legislatura porteña de un proyecto de ley para que, mientras dure la emergencia sanitaria, los pacientes internados no estén solos y aislados de sus seres queridos cuando la muerte es inminente.

«Que mañana se sancione como primera ley distrital en el país que garantiza el derecho de los pacientes al acompañamiento es muy importante», destacó el legislador Facundo Del Gaiso (Coalición Cívica), que impulsó el proyecto que tratará la Legislatura.

Desde el inicio de la pandemia, se prohibieron las visitas en las áreas de internación de pacientes con Covid-19 en los hospitales y los sanatorios para evitar contagios. En estos meses, sin embargo, hubo iniciativas de profesionales o institucionales en hospitales o sanatorios para asistir a los pacientes en el derecho al buen morir que incluyen la contención psicológica y espiritual.

«Es una recomendación firme que habilita el proceso de despedida en los hospitales que dependen del gobierno de la ciudad, lo que hace que en cada institución se ajusten las medidas específicas», opinó sobre el nuevo protocolo oficial Gustavo De Simone, jefe del Departamento de Docencia e Investigación del hospital Udaondo y director médico de Pallium Latinoamérica.

En mayo pasado, el equipo de Cuidados Paliativos del hospital Udaondo y Pallium coordinó el entrenamiento de los 16 profesionales que integran el Equipo de Cuidados Integrales y Atención Paliativa del hospital Muñiz.