Los vecinos de Capital Federal y Gran Buenos vivieron la madrugada del domingo –a partir de las 3.30 AM aproximadamente– una pesadilla meteorológica. Fueron vientos récord, que tocaron los 100 kilómetros por hora, se trató de un fenómeno atípico de similares caracteristicas a un tornado, pero no lo fue.
Arboles centenarios arrancados de cuajo, tanques de agua volando por el aire y hasta un oso inflable rosa de seis metros rodando sin control entre cientos de jóvenes que habían asistido a la fiesta Bresh en el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA).
«Antes de iniciar la fiesta contábamos con el informe meteorológico previendo tormentas fuertes a partir de las 6. A las 3.42 sorpresivamente se iniciaron violentas ráfagas de viento y activamos inmediatamente los protocolos previstos», explicaron desde la organización del evento.
La filmación casera del escenario colapsando por el viento mientras la gente dejaba el lugar hacen pensar, sin exageración alguna, que no hubo heridos graves ni muertos de milagro.
En el Hipódromo de Palermo la cantidad de heridos fue mayor y muchos debieron ser atendidos por golpes. Los afectados fueron los asistentes al resto bar «La Isla de Battuta». En total 20 ambulancias del SAME fueron al lugar para atender a 15 personas. De ellas, trece personas fueron hospitalizadas «con politraumatismos, traumatismos de cráneo y fracturas en tórax» –según informaron desde el ministerio de salud porteño-, pero hacia el mediodía al menos cinco habían sido dadas de alta.
En CABA el viento llegó a los 97 kilómetros por hora. Se escuchó amenazante y resultó ser una amenaza real que afectó el servicio eléctrico, el ferroviario, la circulación de las calles y la operatividad de los aeropuertos.
En cuanto a los trenes, la Línea San Martín circulaba con servicio reducido entre Villa Del Parque y Pilar por árboles caídos en zona de vías. La Línea Mitre estaba interrumpida en su totalidad. El resto de los servicios operados por Trenes Argentinos ya fue restablecido.
En la avenida General Paz hubo caída de carteles, mientras que en la Lugones y la colectora de Panamericana ramas de árboles caídos invadieron la calzada.
Mas de 120 vuelos fueron cancelados en el Aeroparque Jorge Newbery y una cifra similar sufrió demoras y reprogramaciones. En total 16 aviones de Aerolíneas Argentinas sufrieron algún tipo de daño y quedaron fuera de servicio.
El viento «generó rotura de vidrios, voladura de techos en hangares y daños generales en aeronaves estacionadas», sostuvo en un comunicado el concesionario Aeropuertos Argentina 2000.
«Esta madrugada sufrimos un fuerte temporal con vientos de hasta 97 km/h registrados en Aeroparque. Al momento se registran más de 360 árboles caídos que dejaron calles y cables cortados. Hay daños en marquesinas y columnas de alumbrado en diversos puntos de la Ciudad», sostuvo por la mañana el flamante jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri.
Durante la madrugada del domingo y hasta las 9 de la mañana, ingresaron a la línea de Emergencias 103 de la Ciudad un total de «544 llamadas a causa del intenso viento».
Entre ellas, se registraron «363 árboles caídos, 67 árboles por caer en la vía pública, 45 árboles sobre vehículos, 20 ramas caídas. También se notificaron «12 ramas sobre vehículos, 4 carteles y/o marquesinas afectadas, 3 columnas de alumbrado y 2 postes caídos, 3 postes por caer, 12 cables caídos y/o cortados», informaron.
Entre otros lugares, se reportaron árboles caídos en avenida Belgrano y Entre Ríos; árboles sobre vehículos en Presidente Alcorta 2267, Seguí 560 y Arregui 5053; árbol caído sobre la puerta del hospital Alemán en Ecuador 1631; y árboles sobre viviendas en Arengreen 1463 y De las Artes 1251.
Bomberos de la Ciudad rescataron a las 4.05 a dos hombres que estaban atrapados en un Honda Fit debido a la caída de un árbol sobre el auto, en el cruce de Concepción Arenal y Zapata, en el barrio porteño de Palermo, y ambos fueron puestos a resguardo y resultaron ilesos.
Entre los monumentos afectados, se destaca la Floralis Genérica, la escultura metálica de 20 metros de altura ubicada en la plaza Naciones Unidas en Recoleta y que sufrió la destrucción de uno de sus seis pétalos.
Además, 266.476 usuarios estaban sin luz en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) hacia las 16, pero los cortes habían afectado a más del doble de esta proporción durante el peor momento del temporal. En las redes se multiplicaban los reclamos por la falta de respuesta de las empresas Edenor y Edesur. A la vez, estaba caída la web del Ente Nacional Regulador de la Energía (ENRE).
Hacia las 18, Edesur informó que habían logrado normalizar el 60% del servicio afectado y 123.000 clientes de la empresa continuaban sin suministro eléctrico. La mayoría de ellos en el GBA, donde las redes eléctricas son en altura, mientras que en CABA van por abajo de la tierra.
Según el Gobierno porteño, las ráfagas de viento que se levantaron a partir de las 3.30 de la madrugada alcanzaron a registrar 130 km/h en el aeropuerto de San Fernando, 124 km/h en El Palomar; 111 km/h en Morón; 100 km/h en Villa Ortúzar y 97 km/h en Aeroparque.
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